Un cliente insatisfecho es un cliente perdido
En los tiempos que corren, la competencia es máxima. Y los clientes de las diferentes empresas ya no solo tienen en cuenta aspectos tales como el precio o el catálogo de productos sino la atención al cliente y el servicio de entrega de paquetes. Confiar en una empresa de transporte de confianza debe ser una prioridad para todo tipo de empresas.
Es una máxima para cualquier empresa. Sea esta una pequeña tienda o una mediana o gran industria: un cliente insatisfecho, es un cliente perdido. No hay más. Si decepcionamos a nuestros clientes seguramente se nos vayan a la competencia por eso debemos tener muchos aspectos en cuenta para una correcta y próspera relación con estos a largo plazo. Nada puede fallar. Y es que de nada sirve tener a los mejores profesionales, las mejores marcas y los mejores productos si no ofrecemos un buen servicio.
En la actualidad, la calidad en cuanto a productos y servicios es algo muy genérico en una gran cantidad de empresas. ¿Cómo diferenciarse de la competencia? Con un excelente servicio de atención al cliente. Y en ello influyen diferentes factores. Por un lado la rapidez en la contestación, el trato personal, el estar siempre atento a la satisfacción del cliente en la recepción y disfrute del pedido, en hacer un seguimiento postventa y, cómo no, en el traslado. Un servicio de paquetería urgente y confiar en una empresa de transporte de confianza es necesario. Un cliente insatisfecho es un cliente perdido por ello debemos contestar lo más rápidamente en este sentido. No hay duda.
Tanto si nuestra empresa, es una empresa que dedica tanto al sector servicios como al sector técnico o industrial, puede suceder que nuestros clientes tengan urgencia de carácter personal o laboral para recibir su pedido. Y no queremos ni debemos permitir que se vayan a demandar dicho pedido a la competencia. Por eso, es necesario que llevemos a cabo un servicio de transporte profesional y de confianza. Todo engloba para que la percepción del mismo hacia nuestra empresa sea la que queremos y que éste vuelva a confiar en nosotros. Un cliente insatisfecho es un cliente perdido que, seguramente, acabe en la competencia. No lo permitamos. Fijémonos en una gran cantidad de aspectos donde, en la relación con éste, la imagen de nuestra empresa está en juego.
